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CARTA ABIERTA A MI HIJA

Querida hija,

No puedo creer cómo ha pasado el tiempo, llegó tu graduación!

No es así como me imaginaba este momento…

Ni siquiera se acerca a lo que esperaba. Pero todo tiene su para qué…

He vivido a tu lado, desde que eras una bebé, clase tras clase, todos estos últimos años de fiestas de fin de curso…entre otras celebraciones. Hemos festejado juntas muchos eventos que marcaban tus logros y etapas maravillosas de vida …  Todo, absolutamente todo permanece en mi memoria marcado a fuego. Mi corazón está lleno de inolvidables recuerdos…

 Aunque la vida, muchas veces te hace experimentar situaciones muy «complejas»…

Aunque sé, qué tú, lo sabes…sabes en lo más profundo de tu corazón todo lo que hemos vivido juntas y el profundo amor que siento por ti.

Ahora, es tu graduación, sé que esperabas mucho este momento, que has dado lo mejor de ti como estudiante, y más aún, cómo compañera, amiga y persona.

Aún recuerdo

cuando comenzó el jardín de infantes, elegimos cuidadosamente tu mochila, etiquetamos con tu nombre la ropa, y demás pertenencias… preparamos el atuendo para la foto del primer día de clases. Cuando te arrope esa noche antes del gran día, sentí todos los sentimientos juntos! . Estaba tan orgullosa de ti!. Tan emocionada!, y a la vez, una extraña sensación de tristeza…. pensé: hayyy, mi bebé se transformó en una niña!…,Y así, sin darme cuenta siquiera, empezaste a crecer! , a hacerte cada vez más autónoma e independiente…Veía tus procesos, cómo ibas madurando. Y también estaba lista para verte dueña de esta aventura!. Si te contara, cuántas cosas se me cruzan por la cabeza!… todo lo que me hacías pensar y sentir!.Todo lo que me enseñaste, mi pequeña «gran maestra»…

Cada año, a medida que crecías, me maravillaba de cómo enfrentabas los desafíos y de lo valiente que eras, incluso cuando las cosas eran difíciles para ti.  Estaba tan orgullosa de tu sensibilidad, tu creatividad, tu carisma, tu simpatía, tu inteligencia! Y una larga lista de maravillosas cualidades!.

Te dí todo el amor de mi corazón e hice todo lo posible por caminar a tu lado, dándote confianza , fuerza y autonomía para que aprendieras a ser una mujer segura y resiliente. Más que nada, quería que vieras lo fuerte, capaz y magnífica que eras y que eres,  y qué los límites los pone tu mente, que tú puedes alcanzar lo que te propongas, que no dejes de luchar por tus sueños y propósitos!. Ahora, con esta «gran maestría», que me toca y nos toca vivir, miro este montón de vivencias, recuerdos y momentos compartidos y hago un balance en este, que es tu último año de instituto:

 Quiero que sepas lo fuerte, capaz y magnífica que eres. Incluso en la decepción. Incluso en la incertidumbre. Incluso en la tristeza. Incluso en el dolor. Querida hija, estoy orgullosa de ti, eres lo más bello y grandioso que me regaló la vida! Eres un ser increíble, auténtico e impresionante. Sé que es difícil hija, ver un camino más allá de todo lo que se suponía que era….

Sé que estás luchando por encontrar las palabras para expresar el dolor que muchas veces te agobia… Puedo ver que encuentras momentos de alegría y esperanza. Pero también puedo ver la profunda tristeza en tus ojos… Y, cariño, está bien.

Está bien llorar y sentirse decepcionada. Está bien enfurecerse, llorar y suspirar. Está bien si no puedes decidir qué vas a desayunar, y mucho menos cuál será luego tu especialización en la universidad… Está bien. Date tiempo para respirar. Suspirar, Perdonar, Soñar Sentir…

No es necesario tener un plan, ahora mismo… Eventualmente, el futuro se abrirá camino, y tu corazón te indicará por donde ir …. Siempre lo hace. Naturalmente encontrarás la solución y la respuesta … Siempre lo haces…

Creo en ti!, Creo en todas las posibilidades dentro de ti.

Creo en tu alma magnífica y en tu capacidad para encontrar el camino de regreso a ti misma, a tus sueños y a tu esperanza.

No importa cuánto tiempo hemos caminado juntas, ni tampoco importa cuándo lo volveremos a hacer … Siempre, estoy aquí contigo. Estaré aquí amándote, comprendiéndote, creyendo en ti,  desde lo más hondo de mi corazón y  desde lo más profundo de mi alma…

Aquí estoy y estaré hija, para ti!, siempre, de la manera que lo necesites, en la forma que me lo permitas, en el momento que sea, y  por el tiempo que fue, es y será…

Creo en ti, alma magnífica, brillante y valiente.

Creo en ti!

Te amo ❤️

Gabriela

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